Crianza Consciente en la Era Digital
Mariana Savid, psicopedagoga especializada en educación en la cultura digital e integrante de Si nos reímos nos reímos todxs, nos invita a explorar un mundo lleno de oportunidades para crecer, aprender y conectar de manera significativa más allá de las pantallas. En esta entrada, descubriremos cómo cultivar una crianza consciente en la era digital y abordar los desafíos y oportunidades que esta nueva era presenta.
¿Cómo guiar a nuestros hijos a través de la tecnología?
Desde aprender a caminar hasta distinguir entre fantasía y realidad, la primera infancia se presenta como un capítulo crucial en el viaje de la crianza. Aunque las asociaciones pediátricas a nivel mundial sugieren evitar completamente las pantallas hasta los dos años y limitar la exposición a una hora hasta los cinco años, Mariana Savid propone un enfoque más flexible. En lugar de establecer una regla fija sobre la edad para la introducción de pantallas, resalta la importancia de considerar la madurez individual de cada niñ@.
La habilidad para distinguir lo privado de lo público, la concentración y la autorregulación son habilidades clave que deben desarrollarse antes de sumergirse en el mundo digital. No es solo sobre el tiempo frente a la pantalla, sino también sobre la calidad de la interacción. No es lo mismo un consumo pasivo que aprender a programar un juego para alcanzar un objetivo. Es aquí donde se gesta un auténtico trabajo, delineando un enfoque integral para una crianza consciente en la era digital.
Es importante recordar que, en la primera infancia, l@s niñ@s necesitan la mirada, la escucha y explorar el mundo con sus cinco sentidos. En un mundo saturado de dispositivos, Mariana nos advierte sobre el “desierto emocional” que puede surgir cuando l@s niñ@s son criados frente a pantallas, creando un vínculo vacío de amor y contacto físico. Conectar con ell@s de manera genuina es esencial para evitar relaciones vacías.
Sumando cultura digital: ¿Por dónde empezar?
La era digital nos invita a reflexionar sobre cuándo y cómo introducir a nuestr@s hij@s en este universo tecnológico. La clave, según Mariana, radica en una digitalización gradual y escalonada. Comenzar con una introducción suave, como una tablet sin acceso a internet y juegos desafiantes que requieran esfuerzo para alcanzar objetivos, puede ayudar a escapar de la gratificación instantánea asociada al círculo de dopamina.
A medida que l@s niñ@s crecen, explorar el mundo de la programación y la robótica puede ser una experiencia enriquecedora. La interacción a través de videollamadas o trabajos grupales escolares fomenta un aprendizaje basado en la cultura digital.
Consejos para una experiencia digital segura
La brecha generacional entre padres e hijos se presenta como un desafío adicional en el escenario digital. Para reducir esta brecha, Mariana Savid propone charlas destinadas a padres y educadores, con el objetivo de fomentar límites y hábitos digitales saludables. Su enfoque innovador incluye la implementación de un “plan digital familiar” como una herramienta esencial para integrar la tecnología de manera consciente en nuestras vidas diarias. Es crucial comprender profundamente el mundo de los adolescentes y adaptar la educación a este entorno líquido y complejo.
Al abrazar el desafío de guiar a l@s jóvenes en el pensamiento crítico y la capacidad de discernir entre lo beneficioso y lo perjudicial, Mariana destaca la necesidad de proporcionar una guía adecuada. Aunque l@s jóvenes dominen las habilidades digitales, la falta de pensamiento crítico sigue siendo un vacío a llenar. La crianza consciente en la era digital requiere estar al tanto de las tendencias y compartir momentos de ocio digital junto con ell@s. Celebrar sus éxitos en el mundo digital es tan importante como celebrar los logros en otros campos.
Oportunidades y desafíos en la era de la IA
Toda nueva tecnología genera tensiones en la educación, y la inteligencia artificial (IA) no es una excepción. Mariana Savid propone pensamiento crítico en relación a la tecnología y descubrirla para que no nos quedemos atrás. Imaginemos un mundo donde los profesores no solo enseñan, sino que también cuentan con una aliada extraordinaria.
Cultivar la cultura digital se vuelve clave, ya que l@s jóvenes anhelan un adulto referente que los escuche y comprenda su mundo digital. La vigilancia en los entornos digitales, junto con instancias de reparación y aprendizaje para la comunidad, es esencial. La responsabilidad recae tanto en las familias como en las escuelas. Implicarnos, establecer estructuras visibles y adoptar una pedagogía del cuidado y el autocuidado son fundamentales.